La tragedia de Brisa Isela Castellanos Márquez, una niña de 12 años cuya vida estuvo marcada por la violencia intrafamiliar y el abuso sexual, amenaza con sumarse a los expedientes de impunidad en Coahuila. La Fiscalía General del estado ha generado controversia al supuestamente planear la liberación del principal sospechoso y su cómplice en el brutal feminicidio.

La corta y dolorosa vida de Brisa Isela Castellanos Márquez, quien a sus escasos 12 años padeció un ciclo de violencia extrema que culminó en su feminicidio, se encuentra ahora en el umbral de la impunidad. Denuncias recientes apuntan a que la Fiscalía General de Coahuila estaría considerando la liberación del presunto responsable y de su cómplice, desatando una ola de indignación y preocupación por la administración de justicia en el estado.

El calvario de Brisa Isela incluyó no solo la violencia intrafamiliar constante, sino también la drogadicción de su padrastro, el abuso sexual y finalmente el brutal crimen que le arrebató la vida. Estos hechos configuran un patrón de vulnerabilidad y desprotección que la menor enfrentó desde temprana edad, evidenciando fallas sistémicas en su entorno y, potencialmente, en las instituciones encargadas de velar por la seguridad de la niñez.

La supuesta decisión de la Fiscalía General de Coahuila de dejar en libertad a quienes se les imputa el feminicidio de Brisa Isela Castellanos Márquez, de 12 años, ha encendido las alarmas entre activistas, familiares y la sociedad civil. De concretarse esta acción, representaría un grave revés para la búsqueda de justicia en un caso que ya ha conmocionado al estado, sentando un precedente preocupante sobre la impunidad en delitos de género contra menores. La colectividad exige una investigación transparente y que se garantice el debido proceso para que los culpables de este atroz crimen enfrenten la justicia.