Mantener vivas las plantas durante la temporada de frío es un verdadero desafío, y las emblemáticas Nochebuenas no son la excepción. Frecuentemente, estas flores decembrinas comienzan a marchitarse prematuramente si no reciben los cuidados adecuados, pero no todo está perdido. Expertos y autoridades revelan las claves para que su esplendor perdure mucho más allá de las festividades.

La llegada de las bajas temperaturas representa un reto significativo para la supervivencia de las plantas, un hecho que los especialistas de Intagri han documentado ampliamente. El frío ralentiza el metabolismo vegetal, impactando negativamente procesos vitales como la fotosíntesis y la absorción de nutrientes. Esta condición puede generar daños celulares severos, provocando la formación de cristales de hielo que rompen las membranas y deshidratan los tejidos, alterando su bioquímica y estructura. Las flores de Nochebuena, protagonistas indiscutibles de la decoración navideña, son particularmente sensibles y suelen mostrar signos de debilidad o marchitamiento avanzado a estas alturas de diciembre, una señal clara de que su cuidado no ha sido el óptimo.

La flor de Nochebuena, cuyo nombre científico es *Euphorbia pulcherrima* y es conocida popularmente como flor de Navidad, es mucho más que un adorno temporal; es un vibrante símbolo de la Navidad con profundas raíces mexicanas. Originaria de nuestro país, con especial prominencia en Taxco, Guerrero, esta planta ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en superficie cultivada, con 248 hectáreas dedicadas a su producción, principalmente en invernaderos. En la época prehispánica, los antiguos mexicanos la denominaban *cuetlaxóchitl*, vocablo náhuatl que fusiona “cuetlaxtli” (cuero) y “xóchitl” (flor), confiriéndole el significado de “la reina de las flores”. Para los aztecas, su intenso color rojo no solo representaba belleza, sino que simbolizaba la sangre de los sacrificios ofrecidos al sol para renovar su fuerza vital.

Afortunadamente, el destino de la Nochebuena no tiene por qué ser efímero. Contrario a la creencia popular de que solo sobreviven una temporada, existen métodos efectivos para prolongar su vida e incluso para cultivarlas adecuadamente. El Gobierno de México ha emitido una serie de recomendaciones detalladas para el cuidado de estas flores, desmitificando la idea de que su siembra es exclusiva de profesionales. Expertos confirman que es completamente posible sembrarlas y cuidarlas para que adornen nuestros hogares y jardines durante todo el año, transformando una tradición estacional en una belleza perenne.