El cine español se viste de luto con la partida de Celso Bugallo, el aclamado actor gallego que falleció este sábado en Pontevedra a los 78 años. Conocido como un "secundario de oro", su imponente presencia en pantalla y un Goya por "Mar Adentro" cimentaron una carrera que desafió el tiempo, comenzando en la gran pantalla a los 52 años. Su adiós marca el fin de una trayectoria ejemplar de dedicación y talento que forjó con discreción y una inconfundible voz.

Pontevedra, España.- El mundo del cine español lamenta hoy la pérdida de Celso Bugallo, el inconfundible actor que nos dejó este sábado en su querida Pontevedra a los 78 años. Conocido por la crítica y el público como uno de los "secundarios de oro" de la cinematografía nacional, Bugallo, quien habría cumplido 79 años el próximo Año Nuevo, se despidió con la misma discreción que caracterizó su vida, arropado por el paisaje atlántico que tanto influyó en su carácter y en su grave y memorable voz. Su fallecimiento representa la partida de un talento excepcional, cuya presencia en pantalla siempre trascendió el papel, dotando a sus personajes de una profundidad inigualable, destacando su memorable interpretación que le valió un Premio Goya.

Nacido en Vilalonga (Sanxenxo) en 1947, la trayectoria de Celso Bugallo no estuvo siempre ligada a los focos. De joven, sus aspiraciones se centraban en el deporte, soñando con una carrera como futbolista profesional. Sin embargo, el destino lo condujo a los escenarios teatrales en la década de los 70. Fue allí donde su vocación actoral floreció, cofundando grupos emblemáticos como Adefesio y Olimpo, y siendo reconocido con el Premio Nacional de Comedias en 1976 por su trabajo en "El retablo del flautista". Su incursión en el cine, sin embargo, se dio de la manera más inesperada y a una edad madura.

Fue a los 52 años cuando su vida dio un giro cinematográfico trascendental. Mientras se encontraba en Ámsterdam, una llamada de su madre lo hizo regresar a Galicia: el aclamado director José Luis Cuerda lo buscaba para la película "La lengua de las mariposas". Aquel papel marcó el inicio de una meteórica carrera que lo llevaría a colaborar con algunos de los directores más prestigiosos de España. A pesar de los múltiples reconocimientos que cosechó, Celso Bugallo siempre mantuvo una envidiable humildad y los pies en la tierra. En una de sus íntimas entrevistas con La Voz de Galicia, reflexionaba con serenidad: “Estoy contento con mi carrera y con la suerte que he tenido. He podido demostrar mi preparación y no tengo nada de que quejarme. Tampoco es bueno quejarse”. Su papel como el padre de Ramón Sampedro en "Mar adentro" (2004), bajo la dirección de Alejandro Amenábar, le valió el Premio Goya al Mejor Actor de Reparto, consolidándolo como una figura esencial del cine español que demostró que el talento no tiene edad.