Presión a universidades desata protestas
Una ola de indignación sacude a Novi Pazar, Serbia, donde miles de ciudadanos se han unido a las marchas estudiantiles. La escalada de tensión se produce después de que la universidad estatal revocara el estatus a cientos de alumnos y despidiera a decenas de profesores. Estas drásticas medidas se tomaron contra quienes se ausentaron durante las recientes movilizaciones en Novi Sad, desencadenadas por el trágico colapso de una estación de tren.
Miles de ciudadanos en Novi Pazar, Serbia, se han sumado masivamente a las marchas convocadas por estudiantes, en una creciente muestra de descontento que pone en evidencia la tensión entre el gobierno y la autonomía universitaria. Las protestas, de gran magnitud, han sido la respuesta directa a una serie de medidas drásticas implementadas por la universidad estatal, las cuales han avivado el debate sobre la libertad académica y el derecho a la manifestación en el país balcánico.
La indignación colectiva surge tras la decisión de la institución académica de revocar el estatus de estudiante regular a cientos de alumnos y de despedir a decenas de profesores. Estas severas acciones fueron dirigidas específicamente contra aquellos miembros de la comunidad universitaria que se ausentaron de sus actividades académicas durante las fechas en que se llevaron a cabo movilizaciones ciudadanas en la cercana Novi Sad. Dichas movilizaciones respondían al trágico colapso de una estación de tren en esa ciudad, un incidente que cobró la vida de 16 personas y generó una ola de protestas y demandas de responsabilidad.
La vinculación entre las ausencias universitarias y las protestas por la tragedia ferroviaria ha sido interpretada por muchos como una clara señal de presión gubernamental sobre las instituciones educativas para reprimir la disidencia y limitar la participación cívica. Los manifestantes denuncian que estas acciones no solo vulneran los derechos estudiantiles y laborales, sino que también socavan la independencia de las universidades, transformándolas en instrumentos de control político. La escalada de movilizaciones en Novi Pazar subraya la profunda preocupación de la sociedad serbia ante lo que perciben como una erosión de las libertades fundamentales en el ámbito académico y más allá.





