Un trascendental hallazgo arqueológico está obligando a reescribir los libros de historia sobre el control humano del fuego. Investigadores han desenterrado la evidencia más antigua conocida de fuego generado por nuestros ancestros, un descubrimiento que retrotrae cientos de miles de años una de las habilidades más transformadoras de la humanidad. Esta revelación sin precedentes sitúa el dominio del fuego hace 400,000 años en el este de Inglaterra.

La historia de la humanidad y su evolución está intrínsecamente ligada al dominio del fuego, una capacidad que no solo proporcionó calor y protección, sino que también revolucionó la dieta, la tecnología y la organización social. Hasta ahora, las pruebas más contundentes de esta habilidad se situaban en periodos posteriores. Sin embargo, un reciente y extraordinario hallazgo en el este de Inglaterra ha descorrido el velo sobre este crucial capítulo, revelando que nuestros ancestros dominaron las llamas mucho antes de lo que se creía.

El descubrimiento, catalogado como el primer ejemplo conocido de fuego generado por el hombre, establece una nueva línea de tiempo para este hito. Los investigadores, cuya identidad y detalles metodológicos se esperan sean divulgados a profundidad en publicaciones científicas, han logrado datar este evento con una precisión asombrosa: hace 400,000 años. La evidencia fue localizada específicamente en una región del este de Inglaterra, un sitio que ahora adquiere una relevancia pivotal para el estudio de la prehistoria europea y global.

Esta revelación empuja la cronología del control del fuego por parte de los homínidos cientos de miles de años hacia el pasado, desafiando teorías previas y abriendo nuevas vías de investigación. El hallazgo sugiere que especies de homínidos que habitaban Europa en ese período, posiblemente *Homo heidelbergensis* o ancestros tempranos del Neandertal, poseían una complejidad cognitiva y habilidades técnicas más avanzadas de lo que se les atribuía. Los arqueólogos ahora deberán reevaluar no solo cuándo, sino también *cómo* y *por qué* nuestros antepasados comenzaron a manipular el fuego, reconfigurando nuestra comprensión de los albores de la civilización humana.