Una reciente balacera en la colonia Cuauhtémoc puso al descubierto una compleja red de extorsión. Operando bajo la apariencia de un despacho legal, un grupo de litigantes orquestaba despojos inmobiliarios, combinando fraudes procesales con la amenaza y el uso directo de la violencia.

Una balacera registrada en la colonia Cuauhtémoc de la alcaldía homónima ha destapado lo que las autoridades presumen es una sofisticada red de extorsión en la Ciudad de México. Este incidente violento ha puesto bajo los reflectores a un grupo de litigantes que, presuntamente, utilizaba la fachada de su ejercicio profesional para perpetrar crímenes graves con impunidad.

Según las primeras investigaciones, esta estructura criminal se dedicaba al despojo inmobiliario y la extorsión sistemática. Su modus operandi era doble: por un lado, empleaban el fraude procesal, ideando juicios simulados y recurriendo a la falsificación de escrituras notariales para legitimar sus operaciones ilegales y apropiarse de propiedades de manera fraudulenta.

Por otro lado, la red no dudaba en emplear la violencia directa para lograr sus objetivos. Se coordinaban con grupos de choque encargados de ejecutar desalojos forzosos y de intimidar físicamente a las víctimas, asegurando así el control y la posesión de los bienes inmuebles de manera ilegítima. La revelación de esta red subraya la complejidad de la criminalidad organizada que se esconde tras aparentes actividades lícitas, encarnando la figura de los "criminales de cuello blanco".