Casi cinco décadas de frustración y anhelos frustrados pesan sobre la selección de Marruecos, que en 2025 tendrá una oportunidad inmejorable para escribir un nuevo capítulo en la Copa Africana de Naciones. Como anfitriones, y con la base del equipo que sorprendió en Qatar 2022, los Leones del Atlas buscan por fin la ansiada segunda estrella en su camiseta.

Marruecos se prepara para ser el epicentro de la Copa Africana de Naciones (AFCON) en 2025, con la firme intención de poner fin a una sequía de casi 50 años desde que alzaran su único trofeo continental. Aquel título, conseguido en 1976, ha sido el único hito en el palmarés de los Leones del Atlas, que desde entonces han acumulado una historia de oportunidades perdidas y vanos augurios en el torneo más prestigioso del continente africano.

Hoy, el panorama es radicalmente distinto. El contingente marroquí llega con credenciales sólidas, sustentado por la columna vertebral del equipo que hizo historia al alcanzar el cuarto puesto en la Copa del Mundo de Qatar 2022. Esta generación, que incluye a figuras consolidadas a nivel internacional, se presenta ante su afición con mejores opciones que nunca, combinando experiencia y talento joven que alimenta las esperanzas de millones de marroquíes.

A pesar de su condición de anfitrión y su momento dorado, Marruecos no estará solo en la pugna por el codiciado título. La competencia será feroz, con la presencia de pesos pesados del fútbol africano. Entre los principales contendientes se encuentran el actual campeón defensor, Costa de Marfil; el eterno ganador y potencia histórica, Egipto; y rivales que siempre deben ser considerados, como Senegal y Nigeria. El torneo promete ser una vitrina de talentos y un desafío mayúsculo para los Leones del Atlas en su búsqueda del retorno al trono continental.